Ellas son algunas de las artistas que urden tus hamacas y forman parte de nuestra gran familia de más de 900 mujeres mayas. Son el corazón de CIELO: las manos mágicas que transforman hilos en momentos inolvidables que vivirás al descansar en tu hamaca.

Con cada compra, apoyas directamente a sus hogares. Ellas trabajan desde casa, con libertad y dignidad, recibiendo un pago justo por su arte.

Cada hamaca llega a ti con una etiqueta que lleva el nombre de la urdidora que la elaboró, para que conozcas a la creadora de esa pieza única.

En cada hilo, llevan su historia. En cada hamaca, comparten su amor.